Hoy es el día mundial de la salud y estamos también celebrando durante todo Abril el mes de la salud. Se hace difícil, pues estamos en un escenario en que la mayoría de las personas en Chile y en el mundo nos sentimos alejadas de ese ¨estado de completo bienestar físico, mental y social¨, definición de salud que aún mantiene vigente la OMS desde hace más de 70 años.
Sin embargo, como Sociedad Chilena de Medicina del Estilo de Vida queremos aportar algunos datos y mensajes positivos que contribuyan a optimizar la salud a largo plazo, como herramienta de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles y para enfrentar mejor ésta y otras epidemias infecciosas que vengan en el futuro.
Sabemos que en Chile, las principales causas de años de vida perdidos por enfermedad, discapacidad o muerte prematura son por factores de riesgo atribuibles a nuestro estilo de vida. Es así como la obesidad, alimentación inadecuada, la hiperglicemia, la hipertensión, el abuso de tabaco y alcohol se encuentran liderando el ranking. No nos llama la atención tampoco que casi estos mismos constituyen los principales factores de riesgo de una mala evolución en aquellos enfermos contagiados por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-Cov-2).
Por eso ahora más que nunca, en medio de esta pandemia, es cuando debemos poner el énfasis en generar intervenciones individuales, comunitarias y de políticas públicas tendientes a enfrentar esta ¨otra pandemia¨ de la que menos se habla, la de la obesidad y enfermedades crónicas, y lograr promover hábitos de vida saludable de manera sustentable en el tiempo.
En esta cuarentena y ¨aislamiento social¨, queremos proponer un mensaje constructivo, donde todos los ciudadanos seamos capaces de empoderarnos en nuestra salud, que es un derecho humano fundamental, pero en muchos casos también es una responsabilidad. Además de las medidas de prevención por todos conocidas, es importante mantener el equilibrio, controlar la ansiedad, para lo cual nuestras elecciones alimentarias, la higiene del sueño y la actividad física que hagamos día a día influyen, y viceversa.
Con esperanza, creemos en poner toda la energía en enfrentar con responsabilidad esta pandemia, y confiamos en que los aprendizajes y consecuencias de ésta, nos devolverán un mundo mejor, de más y mejor salud, por el bien de nosotros y de todo el planeta.